miércoles, 13 de julio de 2011

Los Canó se robaron el show en Derby de Jonrones

El béisbol siempre ha sido un deporte de padre e hijos. Evidentemente eso fue lo que quedó demostrado en la competencia del Home Run Derby. Robinson Canó colocó su nombre por todo lo alto el lunes, capturando la competencia del Derby en el Chase Field de Arizona. “Quizá no fueron mis swing que ganaron la competencia, todo el crédito hay que otorgarselo a mi padre, José”, dijo un Canó muy emocionado tras conquistar el derby de cuadrangulares. Con su padre, José, lanzando pitcheos perfectos adentros y bajos su hijo, demostró el gran poder que posee, pues conectó 32 jonrones, incluyendo una docena en la última ronda para vencer a Adrián González, quien bateó once. Con cada jonrón que bateaba, su padre José iniciaba el conteo, once, diez, nueve, ocho, hasta que finalizó con el último y dijo “esto se acabó”, expuso José. Tras presentarle el trofeo de manos de su ex dirigente, Joe Torre, Canó y su familia celebraron en el pasillo del Chase Stadium, a lo largo del camino, su compatriota José Reyes vino desde otro lado y el paracorto de los Mets le dio un gran abrazo. “Esto es increíble, nunca había observado una cosa igual”, expresó Reyes sobre el poder desarrollado por Canó. El intermedista Yankee siempre recibió el soporte de sus compañeros de equipo, Curtis Granderson, David Robertson y Russell Martin, quienes le pasaban la toalla y les pasaban las botellas de agua. El dominicano conectó su batazo más grandioso, uno de 472 pies desde el pentágono.

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